Resulta que ahora mi tormenta no quiere tus truenos.

Resulta que ahora mi tormenta no quiere tus truenos.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Lo mejor que le puede pasar a un cruasán.


Hay algo estupendo en el dormirse y también algo grande en el despertar, esa sensación de que el mundo es en cierto modo nuevo. Estar siempre despierto debe de ser la locura: he oido decir que sometido un gato al tormento de impedirle dormir acaba adquiriendo tendencias suicidas. No sé si es un experimento científico contrastado, pero yo he decidido creerlo. Y si no es cierto no será por culpa de la hipótesis, será culpa de los gatos, que no la cumplen.




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