Resulta que ahora mi tormenta no quiere tus truenos.

Resulta que ahora mi tormenta no quiere tus truenos.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Levanté la vista, sorprendida de que me hablara. Se sentaba lo más lejos de mi lado que le permitía la mesa, pero con la silla vuelta hacia mí. Llevaba el pelo húmedo y despeinado, pero, aun así, parecía que acababa de rodar un anuncio para una marca de champú. El deslumbrante rostro era amable y franco. Una leve sonrisa curvaba sus labios perfectos, pero los ojos aún mostraban recelo.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Hacía sol en París.

¿No dices que me has echado de menos? Pues cómeme, hombre, cómeme, que te sobran las ganas de comerme.
Como me cuesta mirarlo. Recuerdo el dedo de la puerta. Su "no te folles a un francés". Como me pone su "no te folles a un francés", ¿será tonto?¿Y yo?
No me invita a comer, no lo hace, no. No sé a que juega pero lo voy a comprobar ahora mismo. Que hartita me tiene.
Hoy viste camisa blanca. Elegante: Ya no lleva el colgante de mochilero poruqe se lo dejó en mi habitación. Me lo colgó a mí.
-¿A ver que tal te queda?- me dijo.
La verdad es que sí he pensado en él mientras estaba en Lanzarote. Sólo había que ver mis gestos de asco para saber que estaba acordándome de él porque, aunque reconozco que me hace cierto tilín, los hombres casados me provocan arcadas.
Ya está, comprobado. Está loco por mi. he ido a su despacho con los andares de alguien que también tiene un despacho. No me habla.

jueves, 2 de septiembre de 2010

-No nos separaremos.
-Jamás.

Para ganar este juego se necesita: una bonita caja, una bonita amiga y el resto da igual.

-Hay dos o tres cosas que nunca me has pedido y lo lamento, habría sido capaz.
-¿Qué cosas?
-Comer homigas, insultar a los parados que salen del Inem, amarte como loco.

Y ya está, así es como ganamos la partida, juntos, y felices. Y ahí sepultados bajo el hormigón por fin pudimos cumplir nuestro sueño de infancia, el sueño de un amor sin fin.