Le conocí en un viaje al sahara, ambos nos habíamos apuntado a la misma excursión. Por la noche, estábamos viendo el cielo del sahara, es el cielo más bonito que puedes ver, estábamos los dos tumbados en la arena; dije que era el cielo más bonito que había, el me dio la razón y de repente me di cuenta de que me estaba mirando y me puse nerviosa, le miré y le agarré la mano, el también estaba nervioso, le miré y fue entonces cuando me dí cuenta de que eramos uno.
-¿Porque no mirás al cielo?
- Puedo ver el universo en tus ojos.
Y entonces le besé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario