Ya que ninguna tiene el suficiente tiempo en verano como para dedicarse al blog y que yo no tengo el suficiente sueño como para no hacerlo.. me toca a mi.

Cuando se acabó, cuando repartimos lo de cada uno, me tocó quedarme conmigo y eso es algo que aún no he querido perdonarte. Te creías muy listo y mírate ahora, rógandome que te conteste, que te hable de principios, de finales y de cosas en medio.

Vamos a ver, era noviembre, simplemente noviembre. No sé que hacias con un billete de avión y una sonrisa en la boca estando, como estábamos, en pleno noviembre. Nosotros nunca hacíamos nada importante los noviembres, salvo tomar sopas de sobre.

                                                                    

Si supieras que nunca he estado en Londres,

volverias de Tokio.